Ayer, en declaraciones radiales, la gobernadora de Tierra del Fuego manifestó que la protesta sindical tiene como único objetivo desestabilizar, ya que no hay ánimo conciliador por parte de los manifestantes. También negó que tenga pensado renunciar, y que no permitirá que “unos pocos” (según sus palabras) rifen el futuro de la provincia.
Respecto al ser consultada si había tratado el tema con el presidente, para que la ayude a sostener la situación en la provincia, manifestó que no da recursos ni pra gastos corrientes ni para endeudamiento, que solo da adelantos de coparticipación con un 30% de interés y que se debe devolver en el mismo ejercicio. Flaco favor.
Respecto de la iniciativa presentada por el legislador del MPF Löffler dijo que no tiene ningún asidero legal, es sólo oportunismo político.
Pidió a los docentes que vuelvan a las aulas.
Se quejó del maltrato mediático y en la calle que recibe, como autocrítica, lo único que dijo es que tiene un déficit comunicacional, que estuvo trabajando en silencio con los dirigentes sindicales que después no pudo llegar a un acuerdo. También pidió que vuelvan a trabajar, que la dejen entrar a la Casa de Gobierno para poder modificar los decretos. No quiere escraches ni violencia.
Realmente si ninguna de las partes cede, es difícil que tenga solución. Las posturas de ambos lados está cada vez más firme.
Patty Mariño Issler
