Si hay alguien cercano a las teorías del “Fin del desasosiego” esa es la filósofa otrora progresista, devenida a Lanatista de última hora, que hizo catarsis en twitter y decididamente huye despavorida del Titanic de la Alegría, acusando al lider carismático de ojos claros de no cumplir con propuestas que a Mauricio ni siquiera le pasaron por la cabeza.
Nadie como Beatriz Sarlo defendía con enjundia cuasi talibán, la necesidad de un estado menos bonachon con los pobres, mas prolijo y fundamentalmente mas lindo.
Porque era tan fea la estética Kirchnerista! Sin ir mas lejos había que ver esos adefesios llamados Tecnópolis y Centro Cultural Nestor Kirchner. Por suerte al primero lo están desguazando y al segundo están planeando complementarlo con un Shopping.
Pero estos cambios lamentáblemente no conforman a los votantes de la alegría, porque de a miles, sino millones empiezan a descubrir en carne propia que nunca fueron “Clase Media” La realidad golpea en la cara como una puerta mal cerrada y al irarse en el espejo del gobierno neoliberal en acción, descubre que eran pobres, pero protegidos por el estado. Como en Suiza, como en Holanda, como en “los países serios” donde la gran mayoría son “pobres” con buen nivel de vida, gracias a que el estado vela por equilibrar hacia arriba de manera permanente. (como hicieron los k, bah…)
La señora Sarlo descubre tardíamente, que el neoliberalismo es sinónimo de desempleo, de hambre, de exclusión, de atraso y acusa a Macri de “defraudar a sus votantes” cosa que es falsa de toda falsedad, ya que lo correcto es decir que los votantes se defraudaron a si mismos, depositando su voto y su confianza en alguien que tenía, profesaba y practicaba otras ideas.
Nunca tan exacta la comparación con ese dicho popular “se enamoran del che guevara y le quieren afeitar la barba”
Aunque en este caso, lo correcto es decir “Se enamoraron de Hitler y ahora quieren afeitarle el bigotito”
Daniel Arce