Ya es sabido que cada vez más los niños de nuestro país van a la escuela esperando la comida que allí le darán, como en alguna época no tan lejana y triste de nuestro país, donde en sus casas sus papás no podían alimentarlos y los enviaban a la escuela con la esperanza de que por lo menos hagan de lunes a viernes una buena comida al día.
Demasiado rápidamente estamos volviendo a esos tiempos nefastos. Y en la provincia de Buenos Aires, la gobernadora Vidal recortó el 30% del presupuesto destinado a los comedores escolares. Tuvo que implementarse un menú de emergencia, que sólo consta de arroz, fideos y poco más, mientras fue suprimido el pollo, carne, frutas y leche. Este ajustazo (o deberíamos llamarlo sinceramiento?) fue implementado por Lopez Medrano quien está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia.
No sólo se recortaron los cupos, sigue contando este dirigente gremial, esto es que no alcanzan a alimentar a todos los chicos que asisten a las escuelas, además se suprimieron la leche, la carne, el pollo y las verduras, cosa inaceptable en nuestro país que producimos estos productos de la mejor calidad y en cantidad suficiente como para alimentar a toda la población.
El llamado “menú de emergencia” de Vidal, que alcanza no solo a las escuelas sino también a los comedores barriales, está conformado de la siguiente manera:
- LUNES: fideos al fileto
- MARTES: arroz con lentejas
- MIÉRCOLES: fideo con huevo
- JUEVES: arroz con paleta
- VIERNES: fideos con manteca o arroz con queso
Este recorte también se da en el contexto en que la vicepresidenta del Concejo Escolar de Bahía Blanca Adriana Pedriel debió renunciar debido a sus lamentables dichos de “que el que tiene hambre realmente come cualquier cosa” en un patético intento de justificar los recortes en las raciones ordenados por el gobierno de Vidal.-
Patty Mariño Issler