El Presidente Argentino, tal como nos tiene acostumbrados, con signos evidentes de haberse dado un atracón con Paulo Cohelho, amen de hacer el lanzamiento de una obra que se inició durante el gobierno anterior y que luego el mismo desfinanció por lo que la obra se detuvo por meses, improvisa un discurso apoteótico y “sin desperdicios”…
Ante una docena de trabajadores que asistían obligados y lejos de aplaudir, revisaban sus celulares o conversaban entre ellos se envalentona e improvisa un discurso Kafkiano en el que se imagina un país donde cada uno que vaya a un baño público, debe agradecer por su trabajo al encargado de mantenerlo limpio.
En fin… #Cambiamos
Argentina ya no es la misma desde que Mauricio y su Cirque du Soleil de la Alegría asumieron el control del país