Si en algo estamos todos de acuerdo, es que desde que asumió Macri, el sector más castigado es sin dudarlo el sector de los trabajadores. Pues bien, ayer, en su primera aparición pública luego del fallo de la corte suprema, y mientras en otro lugar de nuestra Argentina se estaba desarrollando un plenario de la Central General de los Trabajadores (CGT), no tuvo mejor idea de cargar contra los laburantes, en un discurso que se parecía más a una amenaza.
Está claro que el presidente le llama hacer trampa a defender los derechos que fueron adquiriendo con muchísimo esfuerzo. Eso está mal. Pero propiciar a los empresarios amigos que hicieron trampa escondiendo plata afuera que la traigan y que “acá no ha pasado nada” está bien. (Dicho sea al pasar, hasta ahora no me enteré de las montañas de dólares provenientes del blanqueo llegaran al país, ustedes si?).
Todo esto se hace para que las inversiones, que según los del gobierno “ya están llegando” puedan desarrollarse con tranquilidad en el país, sin que molestas protestas de trabajadores reclamando derechos pongan palos en la rueda.
Es solamente un aviso para la negociación paritaria del año que viene y los reclamos que se verán en poco tiempo al exigir que se reabran las negociaciones. Ninguna paritaria cerró por encima de una inflación que no deja de crecer.
Patty Mariño Issler