El cuestionado voto electrónico, con antecedentes concretos de fraude en su aplicación en la República Argentina, mas específicamente en CABA, en la que Joaquín Sorianello, un programador que cambió los resultados de una mesa electoral para demostrar que era posible alterar los resultados. Y por ello la empresa proveedora de las computadoras de votación, lo denunció penalmente, lo que le valió al Hacker, el allanamiento e incautación de equipos y posterior juicio que culminó con su sobreseimiento y una severa advertencia de la justicia, por tratarse de un sistema “vago y que podía ser vulnerado”. No obstante y quizá por esa misma causa, el gobierno de Macri impulsa con injundia la aplicación de ese sistema en todo el país. ¿Se viene el 2º “Fraude Patriótico”?