Parece que al presi Mau no le da el cuero. Como cualquier asalariado que le cierran los números (que cada vez son menos, lamentablemente) aprovecha cada finde largo, o cuando se le canta, para descansar con su familia. Y pensar que antes se quejaba de los fines de semana largos… Así se expresaba públicamente antes de sentarse en el sillón de Rivadavia: “No fue buena para el país ni para el turismo”, respondió cuando se le consultó qué opinaba respecto de la política implementada por el kirchnerismo para propiciar el turismo con fines de semana largos. Enseguida, completó: “Iremos viendo qué es lo que vamos a hacer” será por eso lo de #cambio?
El presidente pasará el finde largo junto a su familia en Tandil, cargando las pilas para la semana que viene que tiene una agenda bastante cargada, con su participación en el coloquio de IDEA y su viaje a Roma. También tiene que prepararse para recibir a la reina de Holanda, Máxima Zorreguieta.
Y el jueves partirá a Roma acompañado por la canciller Susana Malcorra; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el secretario de Culto, Santiago de Estrada, y el vocero presidencial Iván Pavlovsky.
Pero no crean que se privará de llevar más familia que funcionarios: lo acompañarán obviamente la primera dama Juliana Awada y tres hijas de la pareja: Antonia (5), de ambos; Agustina (33), fruto del matrimonio de Macri con Ivonne Bordeu, y Valentina (de 13), que Awada tuvo con el conde belga Bruno Barbier.
Patty Mariño Issler