La vicepresidenta Gabriela Michetti no logra acertar una explicación sobre el origen del dinero que fuera sustraído de su domicilio particular en noviembre del año pasado, mientras ella bailaba alegre entre globos amarillos con sus amigotes de Cambiemos celebrando la victoria electoral.
En total eran 245.000 pesos y 50.000 dolares. Entre otras cosas, dijo que era una donación para la Fundación que preside, SUMA. Entre los benefactores de la misma, empresas y aportantes particulares de la fundación se encuentra el Grupo FARALLON, propiedad de Eduardo Ramón Gutierrez. Este señor es, además de titular del grupo ya mencionado, socio de Nicky Caputo, el hermano de la vida del presidente Macri y también es el propietario de la casa que ocupaba el tristemente célebre ex funcionario José López, si, ese, el de los bolsos, el convento, las monjas y la mar en coche.
Cuando se la consultó sobre el tema, la vicepresidenta dijo “no saber qué cuernos era Farallon”, obvio, como todos sabemos, a caballo regalado no se le andan mirando los dientes. Es más, solo siete días después de haber sido víctima del ilícito en su domicilio, la fundación realizó una gala en la Sociedad Rural al cual asistieron los ricos y famosos del país. Entre ellos, claro, Macri, Michetti, su generoso novio y desde ya los aportantes como Gutiérrez, entre otros.
Del dicho al echo… lo cierto es que, según la última declaración jurada presentada por la Michetti, su patrimonio tuvo un incremento en sólo 365 días de un 708%. Todo mientras nos hacen mirar para otro lado.–