El Ministro de Energía, Juan José Aranguren, parece que no escuchó a su jefe, el presidente, en su mensaje de fin de año, donde hablaba del año duro, donde había que ponerle el hombro y todo eso. O mejor dicho, como todos los de Cambiemos, cree que eso de “ponerle el hombro” y “hacer sacrificios” corre solamente para el ciudadano vulgar y corriente, como vos y como yo, no para ellos, que son la selecta casta de CEOS que dirigen los destinos de nuestro país.
Según publicó el sitio La Política Online, el Ministro en cuestión brindó a un grupo de empleados del ministerio, bonos de fin de año que se alejan muchíiiiiiiisimo de los dados a la general de los empleados estales.
Esta medida produjo profundo malestar interno entre sus empleados y miembros del gabinete, se asignó de manera totalmente arbitraria mediante la asignación de las denominadas “Unidades Retributivas” (UR), la herramienta discrecional que tienen los ministros para elevar las remuneraciones de los funcionarios y profesionales que no pueden cobrar horas extras.
De un total de 900 que conforman la cartera, sólo fueron beneficiados 10 agentes. María Elsa Zaguini, fue por lejos, la que tuvo el fin de año más felíz: $162.000 le tocó de “plus”, es la asesora legal y coordinadora cooperativa. Luego, en menor escala, pero nada despreciable, con la suma de $120.000 fue el actual Subsecretario de Energías Renovables, Sebastián Kind.
Todo esto, mientras afila el lápiz para firmar los tarifazos que se viene a partir de este mes, tanto de combustibles como de gas y energía eléctrica.
Indigna.
Patty Mariño Issler