La primer jornada de evaluación, propuesta por el gobierno de Macri, diseñada y realizada por los Ingleses, tuvo como resultado un repudio generalizado en todo el país, llegando a casos en los que directamente hubieron toma de escuelas, como expresión de rechazo a una pseudo evaluación, que a las claras tiene como objetivo la implementación de “premios y castigos” para las escuelas, basándose para ello en la sumatoria de puntos obtenidos por el establecimiento, lo que en la práctica implica que una escuela de Barrio Norte, compite de igual a igual con una escuela de algún paraje del impenetrable, sin tener consideración alguna del entorno socio-cultural, económico y de acceso a la información y las nuevas tecnologías. Lo que a la hora de “premiar a los mejores” redundará en un abismo aún mayor en la posibilidad de “emparejar para arriba”
Todo tipo de capturas de las evaluaciones se filtraron en la red, desde correcciones a las preguntas, al rechazo en las respuestas pasando por la tomada pelo lisa y llana a un conjunto de formularios estandarizados, que trata a las personas como un número en una estadística, de esa manera tan particular y asquerosa que posée el gobierno de la alegría, de creér que está gobernando, cuando lo único que hace es rellenar planillas excel de estadísticas y descartando lo mas valioso que tiene la sociedad. Esa cosa tan vapuleada y venida a menos vertiginosamente llamada “respeto por la diversidad”