Otra vez en las calles los vecinos indignados por los tarifazos de luz, agua, gas, alquileres, peajes, transporte etc., etc., etc., más los cortes de luz y agua salen indignados a batir las cacerolas. No es la primera vez en esta semana. Ya vimos a otra multitud de vecinos por la Avenida Rivadavia. Sin banderas políticas. Misma consigna. Misma indignación. Cambian los rostros.
Queda en evidencia que el malestar social crece minuto a minuto. Mientras tanto nuestro presidente deambula por cenas palaciegas disfrazado de muñequito de torta acompañado por funcionarios, empresarios, sindicalistas, favoceredores y alcahuetes de todo tipo. Los diarios nos cuentan que la primera dama argentina, internacionalmente famosa por tener trabajadores en talleres clandestinos reducidos a la esclavitud compite en glamour con la realeza española. Otra vez espejitos de colores.