Blas de 14 y Felicitas de 13 años. Ambos desde su mas tierna niñez , inevitablemente vieron sus vidas salpicadas (y a veces empapadas) por la política. Nos acompañaron a movilizaciones, mitines políticos y vivieron en carne propia la ausencia temporal de sus padres cuando por ejemplo, viajamos con mi esposa el día que recuperamos la Fragata Libertad de las garras de los buitres; nunca tuvimos que explicarles demasiado. Ellos tienen plena conciencia de nuestras convicciones, no los llevamos esa vez, porque comerse un viaje de 1.600 + 1.600Kmts en una saveiro sentados en reposeritas como fuimos nosotros, era someterlos a un esfuerzo excesivo para sus tiernas humanidades.
Así que luego de un “debate” con mi esposa que consistió en una pregunta y una mirada, coincidimos en que el lunes ellos deberán ir a aprender. Pero no a aprender educación formal y académica. Deberán aprender educación política, educación social, educación solidaria. Ellos le deben mucho a sus maestros y profesores que día tras día y año tras año les han tenido paciencia y comprensión. Por eso el lunes su deber como personas de bien, es estar a su lado, aprendiendo y enseñando, tomando y dando el ejemplo de solidaridad, interponiendo el cuerpo y la palabra ante el atropello de un gobierno irracional y BRUTO.
Así que ya saben profes, de Blas y Felicitas. El lunes nos estaremos viendo como todos los años el primer día de clases, solo cambiaremos el lugar, ya que la escenografía de la movilización será similar a la de la escuela, porque habrá Banderas Argentinas, cantaremos el Himno Nacional y estaremos padres, docentes y alumnos enseñándoles valores y principios políticos (no partidarios) POLÍTICOS. De solidaridad y compromiso con “el otro” porque esa es la educación que pretendemos para nuestros hijos y nuestra sociedad.
Que en la escala de valores, no solo de nuestros hijos sino de la sociedad toda, el “nosotros” se encuentre siempre por encima del “yo”. Si logramos esto, habremos ganado “la madre de las batallas”
Daniel Arce
