“No lo soñé” dice el himno de los redondos. Y es verdad, no fue un sueño ni fue magia, fue algo que superó todo eso. corazones latiendo al unísono, el aire cargado de emoción. donde la inmensidad política de Cristina Fernandez de Kirchner, nos arrancó de un plumazo del barro de la chicana y el disket cotidiano. Fué un bálsamo para el alma. Abrazarnos, sentir el calor, la cercanía, la hermandad. Si algún alma trasnochada pensaba que no íbamos a volver, supongo que estará replanteándose algunas cosas. Y si no es así. QUE IMPORTA! VOLVIÓ CRISTINA! VOLVIÓ LA ALEGRÍA, VIEJA!!