La destrucción del empleo privado como consecuencia de la implementación de políticas neoliberales, no tiene precedentes en cuanto a la degradación acelerada de la economía argentina. Según el economista José Luis Blanco, autor del MEMO. Solamente en febrero de 2016, los despidos en el sector privado sumaron 65.799 personas (72 veces mas que en febrero de 2015) lo que sumado a los 42.000 puestos de trabajo destruidos durante el mes de enero, suman la friolera de 107.000 familias privadas de su fuente de ingreso.
La consultora Tendencias Económicas en su informe destaca que el 85% de las cesantías se produjeron en el sector de la construcción, lo que amplifica la gravedad de la tendencia, por tratarse de un ataque directo al motor natural de la economía. El resto de las cesantías se produjo en sectores también muy sensibles como el sector autopartista, petrolero y comercial entre otros. Si bien lo amplificado por los medios de la alegría, fueron los mas de 10.600 despidos en el sector público, argumentando de manera vil y ordinaria que se trataba de “ñoquis” cuando en realidad la mayoría de esos despidos se corresponden a personal calificado con trayectoria de años y probada capacidad técnica, la mayor destrucción se está provocando en el sector privado, en una proporción de 6 a 1
Según el sondeo de la consultora que adjuntamos en el pdf se produjeron 107.719 despidos, contra los escasos 1.432 de igual período del año anterior.
Cabría en esta instancia plantearnos si “la pesada herencia” es tal, o solo estamos ante una banda de forajidos incompetentes, cuyo único interés es devolver favores y realizar la mayor transferencia de riquezas desde la sociedad trabajadora hacia ese grupúsculo infecto de especuladores, comunmente denominados “los mercados”
Daniel Arce
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