Otra vez el gobierno usó a la hija pequeña del presidente (porque ambos tienen más hijos, y grandes, sabían?) para provocar empatía en la gente. Una vez más, utilizaron a la niñita en una tierna imagen, aunque, al minuto de subirla, una simple búsqueda por imagen en Google, pone en evidencia que se trata de una nueva puesta en escena, y no una toma espontánea de un momento íntimo de la familia presidencial.
Los medios afines a la Casa Rosada, se apresuraron a publicar la imagen de la pequeña Antonia jugando con un conejito en los jardines de la Quinta de Olivos, con el título “La tierna foto de Antonia”, al minuto, las redes criticaron duramente la nueva utilización de la menor para pegar un empujón a la alicaída imagen del mandatario, que no para de caer. Y sobre, todo, demostraron que se trata de un nuevo armado del equipo de marketing, al que no se le cae una idea, que todo lo que hacen es googlear e imitar lo que encuentran. Y le pagan fortunas de nuestro dinero.
Resulta que la foto imita a una tomada a Caroline Kennedy, la hija del ex mandatario norteamericano, quien en 1962 fue sorprendida junto a su familia jugando con el mismo animal, hubieran puesto un cachorrito, aunque sea para disimular, digo, no?
No es la primera vez que critican la utilización de la menor, recordemos por caso en un timbreo, en que no dudó en fotografiarse con la pequeña para las imágenes oficiales.
Y tampoco es la primera vez que el equipo de marketing imita campañas fotográficas, sirva de ejemplo las siguientes:
Realmente, podrían disimular un poco, no?