En un manotazo de ahogado ante una nueva escalada del dólar a nada de abrir los mercados, que parece que no fueron convencidos por las medidas tomadas por los funcionarios el presidente habló al país para anunciar un nuevo Blindaje.
Sabemos que dicha ayuda (que trascendió se trataría de 30.000 millones de dólares a 4%) nunca es gratis para el pueblo. Según dicen los que saben, repercutiría en nuevos y brutales ajustes para los más vulnerables. Ya se corren rumores de nuevos ajustazos en los jubilados (una de las recetas favoritas del FMI) y reducir el empleo público en al menos un 20% más.
El ministro Dujovne viaja de urgencia junto a un equipo esta misma noche a Washington para ponernos de rodillas frente a Christine Lagarde y su caterva de carroñeros para “negociar” los términos. Lejos quedó ese reclamo que hacía por la tele el hoy ministro Nico.