Un nutrido grupo de manifestantes se convocó enfrente de una iglesia en la localidad bonaerense de Avellaneda a protestar por las políticas de hambre del régimen y la falta de conciencia social de algunos sectores.
El lugar elegido fue el frente de una iglesia que conduce un párroco abiertamente macrista Fernando Abraham. Se insultó al presidente y se pidio ayuda a los gritos. El objetivo era conseguir insumos para los merenderos cercanos.
La respuesta? cric… cric… cric…
Publicada por Sin Censura en sábado, 2 de junio de 2018