Hoy muchos docentes lloran contando la realidad que viven sus alumnos.
Pero cuando tenían que contar que les iba mejor a sus alumnos, se callaban.
Muchos médicos, lloran por la falta de recursos para sus pacientes. Pero cuando tenían que contar que sus pacientes eran atendidos con dignidad , se callaban.
Hoy en las fábricas los trabajadores lloran por lo que están viviendo sus compañeros. Pero cuando tenían que contar, que vivían mejor, se callaban.
Siempre que les va mal, se solidarizan con el otro. Pero en realidad ,se recuestan en el sufrimiento de otros, para manifestar el miedo de perder lo propio.