El escándalo que no para de crecer y que amenaza con hacer estallar a las máximas estrellas de Cambiemos por los aires. y sobre todo muy pocas respuestas por parte de los implicados, o demasiado escuetas y poco explicativas acerca de la utilización de aportantes truchos para lavar plata negra para la campaña.
Ayer, fue el turno de la Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, que sería partícipe necesaria de la maniobra espúria, por ser la titular de la cartera que debe administrar los datos que fueron utilizados, y por ser la esposa de Federico Salvai, mano derecha de la gobernadora y jefe de campaña de Cambiemos que tenía como candidata a Graciela Ocaña.
El grado de cinismo y liviandad con que responde da mucha bronca.
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