La irrealidad se ha instalado como un manto que lo cubre todo, y llegamos a un punto en el que un fiscal como Carlos Stornelli, comete un delito y lo confiesa por Tv, pero sigue adelante a paso gimnástico con una causa impresentable por donde se la mire.
Por favor lector/a imagínese la escena de usted mismo habiendo cometido un delito y siendo capturado in-fraganti, sentado frente a un fiscal, confesando los detalles del delito cometido y diciéndole al fiscal que le diga al secretario, que tal o cual párrafo de la confesión no lo vuelque en el acta, a pedido del delincuente.
Estamos en Narnia. El estado de Derecho es apenas un recuerdo del que ya no quedan ni retazos, ya que ha sido devorado por una jauría de chacales delinquiendo en aberrante connivencia en los tres poderes del Estado Argentino
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