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La ola de protestas masivas conocida como “Chalecos Amarillos” se expande por los países europeos como españa, que están comenzando a sufrir los efectos catastróficos del nuevo reinado global de las corporaciones.
La pandemia de los chalecos amarillos también llegó a Belgica, en cuya capital, Bruselas se encuentra el “Parlamento Europeo” y los manifestantes fueron reprimidos con gases y balas de goma para impedir que los parlamentarios sufrieran el ataque de las personas movilizadas.
No sólo el Premier Frances Macron está en serios problemas de continuidad en el gobierno, ya que a pesar de haber retrotraido el aumento de los combustibles y las medidas de ajuste, la gente no se va de las calles pidiendo de manera directa la dimisión del mandatario, sino que lo que está en un precario equilibrio es la monstruosa tensión social generada por la descomunal acumulación de riqueza en el 1% de la población, a expensas de las privaciones de miles de millones que al parecer están diciendo ¡Basta!
