Leemos a Mariano Marcelo Sanchez
Hace 33 años que uso silla de ruedas, desde hace 33 años me haa pasado infinidad de veces de no tenerla por un rato tanto sea porque se rompió y hay que arreglarla, porque la presté a un primo, amigo o hermano para que la pruebe o también porque tardaban un cacho alguien en alcanzármela si la tenía lejos, en la escuela, en casa, en un viaje… qué se yo.
Lo que nunca hice en estos 33 años fue rebajar, insultar, prepotear, patotear ser una mierda si es que tardaban en alcanzarme la silla y menos después querer dar lástima.
La verdad es que Triaca tiene razón en que es estresante usar silla y tener que pedir una mano para ir, venir, subir, bajar. Eso es así y también pensarán como yo aquellos que se les suma a ese estrés que le quiten la pensión, que no le otorguen el CUD, que no puedan tener medicamentos, no acceder a ortopedia para su movilidad, no poder viajar en transporte público, no tener laburo etc.
Jamás usé la lástima para actuar, solo use las fuerzas que tenía para poder avanzar y realizarme, si alguien me tuvo lástima no me enojé pero aunque cuesta trate y trato que me vean como uno mas con cierta dificultad para alguna que otra cosa. Sé que muchos y muchas personas con discapacidad lo sienten como yo.
Tener que movilizarte en silla de ruedas no te hace ángel o demonio, sos lo que sos como persona con ruedas o a pata, si sos una mierda tipo Triaca o Michetti sos eso, una mierda de persona que no le importa nada el otro sino su propio bienestar.
Los q me conocen, amigos, compañeros familia saben lo que soy, soy alegre, chinchudo, cargoso alguna vez, soy militante, soy peronista, soy kirchnerista y otros tantos rengos mas (como solemos llamarnos entre nosotros) otros tantos sentimos lo mismo, que nosotros somos el otro que el otro somos nosotros y todo esto lo hacemos en silla de ruedas en nuestro caso.
No es que a Triaca o a Michetti les falta poder entender la discapacidad porque les sucedió de grandes, son asi, son parte de los que siempre regresan a saquear a destruir y a pisotear al más débil algunos con las botas, otros de zapatito y ellos con las ruedas.
Resumiendo, aunque quieran pedir perdón de sus atrocidades acudiendo a la lástima, sólo son unas mierdas en silla de ruedas.
