En una extensa entrevista de mas de 20 minutos en la que Amado Boudou no evadió ninguna de las 30 preguntas de diferentes causas judiciales que lo involucran (las contamos) y en la que sin una sola contradicción sostuvo su inocencia, terminó incomodando a Gabriel Ziblat quien emulando a Capusotto, parecía jugar al “vas a decir lo que quiero que digas”
Luego de caer en la patética repetición de zócalos y lugares comunes y viendo que Boudou era un hueso duro de roer, comenzó a notarse en las preguntas, no solo una superficialidad lamentable, sino también un nerviosismo creciente del periodista, quien a años luz de cualquier cosa que se pudiera parecer a la imparcialidad, preguntaba partiendo de la culpabilidad demostrada (según su corpus argumental claro) y una vez tras otra mordió el polvo.
#AmadoBoudou
https://youtu.be/38Xkr1-Rp64
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