Sin Censura – La mosca en la sopa Neoliberal – LOS ASESINOS DE NISMAN ESTÁN A LA VISTA ¿VOS YA SABÉS QUIENES SON?

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Pero dentro de la nota decía esto

Entonces recurrimos a separar la paja del trigo y ubicar a las principales piezas de este intríngulis siniestro, que una vez mas favoreció a Mauricio Macri, porque cuando analizamos su carrera política, (Cromañon, Once, Iron Mountain, Nisman…) queda claro que “LA MUERTE LE SIENTA BIEN”

1 – Damian Patcher – Periodista (entre otras actividades, escribe en el Diario que el marido de Patricia Bullrich en Israel) Es agente del MOSAD y fue quien comunicó via twitter “El fiscal Nisman se encuentra muerto en el baño de su casa sobre un charco de sangre” antes de que la fiscal y la madre ingresaran al departamento. Dos horas después abandonó el país rumbo a Tel Aviv.

2 – Diego Lagomarsino – Asistente Informático de Nisman, propietario registrado del arma homicida, también cotitular de cuentas bancarias en el exterior con el fiscal y la madre del mismo. Anti-kirchnerista enfermizo, militante activo contra CFK en las redes sociales.

3 – Laura Alonso y Patricia Bullrich llamaron mas de diez veces (10)  en las últimas horas de vida de Nisman. Ambas están al frente de la Oficina Anti-corrupción y del Ministerio de Seguridad respectivamente.

4 – El automovil que manejaba Nisman era “prestado” por la empresa de los hermanos Picon, socios de Eugenio Ecke, un hombre vinculado a la CIA. Además es señalado como jefe de seguridad del Exxel Group, dueño de las empresas de Alfredo Yabrán.

5 – En las dos horas posteriores al hallazgo del cadaver (mientras Patcher embarcaba rumbo a Tel Aviv) La madre del Fiscal, realizó un raid por la ciudad vaciando todas las cajas fuertes propiedad de su hijo.

6 – Dato adicional: Los correos electrónicos y el teléfono de Nisman nunca fueron peritados por la justicia, SIC: “para no violar la privacidad del difunto”

7 – Y como todo investigador en pantuflas debe saber “la primera pregunta a realizarse es ¿a quien favorece esta muerte?

En fin. Es cuestión de confiar en la inteligencia del lector.

Daniel Arce

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