No sólo de aportantes truchos se financia una campaña, parece ser el slogan de María Eugenia Vidal, ya que merced a la investigación del joven periodista Juan Amorín, quien revista en el programa de Roberto Navarro [El Destape] salió a la luz un multimillonario lavado de dinero, llevado a cabo mediante el robo de identidades, y posterior falsificación de firma para crear registros de aportes de dinero fraudulentos.
Pero la gobernadora de la provincia de Buenos Aires no parece tener mucho límite ni escrúpulos a la hora de recolectar efectivo, echó mano a la billetera de un ex candidato PRO, Fernando Fa Acuña, dos veces candidato a consejero escolar del macrismo en la localidad de Bahía Blanca, quien fuera capturado por la policía en el año 2012, con 4 Kgs de cocaína. Obviamente este prontuario no fue impedimento para aportar $2.325 a la campaña de Cambiemos de 2017.
En el escrito, que fue presentado este miércoles por la tarde en el juzgado Federal número 3 de La Plata,la senadora provincial Teresa García, del Frente Para la Victoria, solicitó que se abra una investigación y se impute a María Eugenia Vidal, por los delitos de falsificación de documento, usurpación de identidad, lavado de activos y violación de secretos de la privacidad.
Obviamente de toda esta trama de corrupción sin precedentes en la política argentina, los medios dominantes de comunicación no han publicado una sola línea, como tampoco ninguno de sus payasos a sueldo, entronados como “periodistas independientes” ha esbozado una editorial, ni algún comentario indignado. Justo ellos que “quieren preguntar”.
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