Allá por el 2003, el hoy interventor del Partido Justicialista, protagonizó un escándalo épico en su provincia, Catamarca, poniendo patotas violentas en las puertas de las escuelas para impedir las elecciones.
En un accionar totalmente antidemocrático y con tintes mafiosos, el sindicalista quemó e inutilizó cerca de 900 urnas. En aquel entonces, la que le hizo frente fue la senadora en ese momento Cristina Fernandez de Kirchner ¿les suena? Ella, puso el cuero para defender las instituciones, y recibió en Catamarca agresiones y abucheos de los seguidores de Barrionuevo, secuaz incondicional de Carlos Menem.
Cuando CFK, presidenta de la comisión de asuntos constitucionales, realizó la denuncia, planteó, aún en contra de su propio bloque, la expulsión de Luis Barrionuevo. “No les tengo miedo” dijo entonces. La pregunta que flota en el aire es el fundamento que utilizó la jueza federal para nombrar a un personaje de esta calaña, ´célebre autor de la frase “tenemos que dejar de robar por dos años” al frente del partido más grande de la Argentina.
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