Luis “Toto” Caputo, presidente del BCRA se bajó a última hora del viaje a Washington, en la que tenía previsto ser parte de la comitiva encabezada por el homeless a cargo de la economía, Nicolás Dujovne, para presentar en el altar de la deuda presidida por el FMI la carnicería social e institucional, pergeñada en la estudiantina llevada adelante el fin de semana pasada en la Quinta de Olivos.
El único objetivo de “La Armada Brancaleone” de la política argentina, es conseguir a como de lugar el adelanto del financiamiento programado para 2020, lo antes posible para financiar la timba y llegar a fin del mandato a como de lugar, aún dejando un abismo, con financiamiento cero para fines de 2019, en el mejor de los escenarios.
Caputo habló este lunes por teléfono con la directora ejecutiva del Fondo, Christine Lagarde, y le explicó personalmente la situación, que fue “entendida perfectamente”, aseguran en su entorno. Desde Buenos Aires, el jefe del Central seguirá “conectado telefónicamente durante todas las reuniones”, señalaron las fuentes.
Estas señales de internas irreconciliables por los retazos de poder, que por estas horas se escurren del gobierno, como arena entre los dedos, es una señal mas del monstruoso aquelarre, que se vive en las entrañas de esa bestia brutal y porqué no decirlo, asesina de inocentes, llamada #Cambiemos, y que con estas actitudes, no hacen mas que dejarle claro a “los mercados” que es tiempo de huir a la máxima brevedad de la República Argentina.
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