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Con la conocida inteligencia y practicidad que caracteriza a los rusos, encontraron la manera práctica y económica de reconvertir las clásicas bombas FAB 500 de alto poder, pensadas para destruir plantas industriales y edificaciones de gran volumen.Estas bombas que datan de la segunda guerra mundial, originalmente son del tipo llamado “bombas bobas” ya que una vez liberadas, su trayectoria no tiene ningún tipo de control, y su eficacia estaba dada por la gran cantidad de bombas usadas para destruir un mismo objetivo.La actualización consiste en una especie de chaleco con alas, que se adosa a la bomba y posee un control tridimensional de planeo de alta velocidad, por medio de un GPS adosado al chaleco, lo que con un coste mínimo transforma un explosivo obsoleto, en un potente dispositivo de alta precisión, con la ventaja de poseer un importantísimo arsenal listo para ser reconvertido y usado.
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