El troll de carne y hueso, provocador, e intelectualmente limitado periodista, llamado Eduardo Feinmann, se destaca en la red del pajarito por su intolerancia, cinismo y ordinariez argumental.
Eduardo, conocido por enfrentar bravíamente a estudiantes secundarios que luchaban por estudiar en condiciones dignas, y que reiteradamente lo humillaron en vivo, rebatiendo sus estúpidos argumentos falaces y mal intencionado, ha conocido otro nivel mas bajo que la alfombra por donde habitualmente se arrastra, cuando el Diputado de Unidad Ciudadana Rodolfo Tailhade le disparó con munición gruesa a la línea de flotación con un tema sumamente delicado y sensible.
Tailhade publicó en su cuenta de twitter una denuncia que se tramita en el Juzgado n°1 en la que consta que el cruzado por la causa [Salvemos las dos vidas] obligó a abortar a una mujer. Si. La obligó a abortar y el asunto ahora está instalado en los estrados judiciales.
Es muy común que personas miserables hagan de sus delitos una bandera y acusen a otros de lo que ellos mismos no se pueden perdonar, así como Carrió hablando de republicanismo y asociándose con la peor basura judicial, de inteligencia y embajadas como la Norteamericana que socaban justamente los cimientos de la República, o Mauricio Macri hablando permanentemente de honestidad, con antecedente de depredador serial del Estado Argentino.
Es ese fenómeno que un tal Sigmund Freud denominó “Proyección”, el mismo que afecta a los defensores a ultranza del gobierno, acusando a otros de ser los causantes del mal del país.
En fin, siendo muy piadosos en la adjetivación, podemos afirmar a partir de este documento, que Eduardo Feinmann es un ser mucho mas despreciable y ruín que la imágen que proyecta. Y eso ya es decir demasiado.
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