Durante una reunión reciente, Sergio Massa expresó discrepancias con la decisión de la CGT de convocar a un paro el próximo 24 de enero. El excandidato presidencial enfatizó la necesidad de un mayor consenso público sobre los efectos de las políticas del gobierno de Milei antes de llevar a cabo medidas de este tipo.
Sin embargo, esta postura no logró persuadir completamente a los dirigentes sindicales, quienes sostienen que las decisiones gubernamentales, especialmente el reciente DNU, impactan negativamente en los trabajadores y las organizaciones sindicales, argumentando efectos perjudiciales tanto a nivel laboral como en las obras sociales.
La discrepancia de Massa también generó cierta incomodidad, especialmente dado que el Frente Renovador cuenta con representantes dentro del gobierno de Milei, lo que ha suscitado debates y tensiones adicionales en torno a esta postura.
Estas divergencias entre Massa y la CGT plantean interrogantes sobre la estrategia sindical y la visión política en un contexto de decisiones gubernamentales controvertidas.
