La renuncia de Belén Stettler de la secretaría de Medios y la designación de Eduardo Serenellini, periodista de La Nación+, muestran una reestructuración en el Grupo Marlboro. Serenellini, quien recientemente sugirió en un programa que algunas familias podrían ajustarse cancelando suscripciones a Netflix o reduciendo la ingesta diaria, ocupará el puesto.
Karina expresó su descontento no solo por la actitud engreída de Caputo, sino también por su intento de generar ingresos a través de publicidad, contradiciendo la promesa de una pauta cero.
Se ha confirmado que Caputo retuvo la publicidad del Banco Nación y busca evadir la promesa de Milei al buscar espacios publicitarios a través de empresas estatales, como YPF, donde colocó a Guillermo Garat a cargo de Comunicación y Marketing.
El Grupo Marlboro, liderado por Caputo, se encuentra en conflicto con Los Iñakis, seguidores habituales de Milei, y particularmente apreciados por Karina. Anteriormente, Karina ya había apartado a colaboradores cercanos al presidente, como Carlos Kikuchi y Ramiro Marra, por motivos similares.
Serenellini fue propuesto por Juan Cruz Ávila, responsable de la programación de La Nación+, quien gana relevancia en el círculo de Milei. Ávila ha sugerido previamente a Manuel Adorni, el vocero presidencial, y a Javier Lanari, el subsecretario de prensa.
El Gobierno argumenta que el nuevo esquema de medios, buscado por el presidente, busca prescindir del estilo Peaky Blinders de Caputo, priorizando a tuiteros que respalden al Gobierno y critiquen a periodistas.
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