El Debate de Gran Hermano trajo consigo momentos intensos cuando Isabel, la recién eliminada, se enfrentó a críticas y comentarios, despejando la confusión sobre su relación con Lisandro y aclarando un polémico incidente con Rosina.
Isabel compartió su estrategia de juego y asumió la responsabilidad por sus errores, prometiendo un cambio de actitud para el 2024.
El regreso del teléfono rojo causó gran revuelo en la casa. Santiago del Moro explicó las reglas: cada jugador solo podía responderlo una vez, lo que llevó a momentos de expectación y ansiedad entre los participantes.
Alan, el líder de la semana, obtuvo un premio especial: una cena romántica en el sum y eligió a Fede para compartir este privilegio, generando emoción y expectativa entre los compañeros.
La noche tomó un giro inesperado cuando el teléfono sonó dos veces: Zoe fue nominada y Furia obtuvo inmunidad. Sin embargo, Gran Hermano anuló la nominación de Furia. Fue debido a una infracción por revelar su intención de voto, lo que agregó tensión y sorpresa al ambiente.
Estas situaciones demuestran que Gran Hermano sigue ofreciendo momentos emocionantes, sorpresas y entretenimiento para sus espectadores. Tuvo giros inesperados y emociones a flor de piel que mantienen a la audiencia pegada a la pantalla.
