En medio de la nueva etapa política con el Gobierno de Javier Milei, la Unión Cívica Radical (UCR) se enfrenta a tensiones internas y divisiones notorias. Los diputados radicales, liderados por Rodrigo de Loredo, se ven envueltos en una guerra fría con Facundo Manes por la conducción del partido. Además, los intendentes radicales expresan su preocupación por el brusco aumento de los medicamentos y encuentran apoyo en el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La UCR, que ha carecido de un candidato presidencial fuerte desde hace ocho años, ahora se enfrenta a un periodo de inestabilidad interna. Desde la llegada de Mauricio Macri al poder, el protagonismo del partido ha disminuido, y ahora se debate sobre el rol que debería asumir frente a las nuevas políticas económicas.
El foco de la discordia se centra en la Cámara de Diputados, donde se discute el proyecto de ley ómnibus del Gobierno. A pesar de contar con 34 escaños, el bloque de la UCR muestra fisuras y la figura de Rodrigo de Loredo como líder genera controversias. Algunos diputados radicales se muestran más alineados con la estrategia de Miguel Ángel Pichetto que con la posición de De Loredo.
La provincia de Buenos Aires también refleja divisiones internas en la UCR. Los intendentes radicales, liderados por Maximiliano Suescun, del Foro de Intendentes Radicales, expresan su disconformidad con el fuerte aumento de los medicamentos impulsado por Milei. La falta de regulación en los precios preocupa a este sector, y han solicitado medidas para garantizar el acceso a medicamentos esenciales.
En este contexto, el gobernador Kicillof se posiciona como un aliado inesperado para los intendentes radicales, criticando las medidas del Gobierno Nacional que afectan al sector farmacéutico. La necesidad de proteger el derecho a la salud y garantizar la accesibilidad a los medicamentos se convierte en un punto de encuentro entre Kicillof y los intendentes radicales.
La UCR se enfrenta a la urgencia de encontrar una voz unificadora que guíe estratégicamente al partido en esta nueva etapa política. Las expresiones individuales y las tensiones internas requieren ser abordadas para evitar divisiones mayores en un momento crucial para la política argentina. La esperada reunión del Comité Nacional podría ser clave para restaurar la cohesión y definir el rumbo del partido en el futuro inmediato.