Adolfo Aristarain, reconocido cineasta argentino, se mantiene firme en sus afirmaciones acusatorias contra el gobierno de Javier Milei, a pesar de la denuncia presentada por el fiscal Carlos Stornelli. Las declaraciones del director, quien fue denunciado por incitar a la “violencia colectiva contra las instituciones”, reflejan su convicción sobre la supuesta naturaleza golpista del actual gobierno.
En una columna publicada en Página/12, Aristarain criticó duramente al gobierno de Milei, describiéndolo como un “gobierno golpista” que busca modificar la Constitución a través de decretos de necesidad y urgencia, obviando el proceso democrático. A pesar de la denuncia de Stornelli, el cineasta reafirma sus dichos, sosteniendo que su intención es oponerse a lo que considera un ataque a las instituciones democráticas.
Stornelli acusa a Aristarain de conductas instigadoras de delitos contra las instituciones y de incitar a la violencia colectiva. La fiscalía argumenta que sus palabras podrían constituir un llamamiento a alterar el orden público y la paz social. Aristarain, por su parte, aún no ha recibido notificación judicial.
En una entrevista con Página/12, Aristarain expone su desprecio por el gobierno actual, lo tacha de “gobierno golpista y sedicioso”, y rechaza la idea de arrepentirse. Asegura que no se sorprende por la denuncia y sostiene que su intención es resistir lo que considera un intento de modificar las instituciones democráticas del país.
Aristarain expresa su pesar por la situación actual de Argentina, comparándola con episodios de la dictadura militar. Critica la falta de reacción política y cuestiona la inacción de figuras prominentes, como Alberto Fernández y Cristina Fernández, ante lo que él percibe como un peligro para la democracia.
La denuncia de Adolfo Aristarain y su negativa a retractarse destacan la polarización política en Argentina. Mientras enfrenta la posibilidad de consecuencias legales, el cineasta insiste en su posición crítica, planteando preocupaciones sobre la salud democrática del país en medio de la agitación política.
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