En medio de tensiones y reclamos en la Casa Rosada, se revela el particular trabajo de Mario Suli. Es el catador de alimentos del presidente Milei, quien prueba sus comidas por precaución ante el temor de envenenamiento.
En los últimos días, la Casa Rosada ha sido testigo de tensiones y demandas salariales por parte de los mozos. Esto marcó la primera rebelión en la gestión de Javier Milei. Sin embargo, más allá de los problemas laborales, una revelación ha capturado la atención: la presencia de Mario Suli, el catador de alimentos y bebidas del presidente.
En un intento de justificar la falta de pago de horas extras a los trabajadores, el gobierno expresó que querían evitar abusos y pagaban lo justo. No obstante, lo que ha generado más curiosidad es la función específica de Mario Suli, quien acompaña a Milei en todas sus actividades.
Mario Suli no es solo un secretario privado, sino también el encargado de probar las comidas y bebidas que se sirven al presidente. Cuando se le lleva café o comida, Suli detiene al personal y toma la bandeja. Además, el custodio personal del presidente prueba todo antes de que llegue a Milei.
Según informes, los mozos y trabajadores de la Casa Rosada rara vez ven a Milei directamente. Es su secretario privado y catador, Mario Suli, quien juega un papel fundamental en la logística de entrega y consumo de alimentos.
“Milei”Porque teme a ser envenenado por los mozos de Casa Rosada, y le hace probar todos los platos que le traen a su asistente personal.
Según publicó hoy el sitio ‘TN’, cuando le llevan café, los frena su secretario privado, Mario Suli, y les agarra la bandeja. Él entra con… pic.twitter.com/T5xXYKrlKF
— Tendencias en Argentina (@porqueTTarg) January 12, 2024
Este enfoque peculiar se atribuye al temor de Milei a posibles intentos de envenenamiento. La medida de tener un catador de alimentos ha sido utilizada a lo largo de la historia por figuras de alto perfil, recordando prácticas reales de reyes y zares. En el caso de Milei, Suli se ha convertido en un confidente cercano y casi un custodio privado, compartiendo los secretos íntimos de la familia presidencial.
La pregunta que queda sin respuesta es la oficialización de este cargo y la fuente de financiamiento para la peculiar labor de Mario Suli. Este dato curioso destaca una práctica antigua que, en el siglo XXI, persiste como medida extrema de seguridad.