Ayer, el tema por excelencia para los medios hegemónicos era la toma de escuelas. Ponían el grito en el cielo despotricando contra los adolescentes decidieron tomar en sus manos la herramienta que tenían para realizar la vigilia y pedir por el aborto legal seguro y gratuito.
El notero de Eduardo Feinmann estuvo en el Carlos Pellegrini y le puso el micrófono en vivo a la vicepresidenta de la vicepresidenta del mismo Natalia Mira. Una niña de 17 años que tuvo que sufrir los embates del conductor, que de todas maneras intentó “hacerle pisar el palito”. Le hacía preguntas para encontrar una falla, cuando le respondía correctamente, iba por otro lado, faltándole continuamente el respeto.
A toda costa inentaba llevarla al terreno individual, interrogándola y burlándose abiertamente cuando la niña le contestaba en el lenguaje inclusivo que usan sobre todo los chicos, no binario ni con género. Luego de despedir a la reporteada, el conductor continuó agraviándola diciendo que estaba coucheada por Cerrutti, Recalde, “Sanatella”. Impresentable.
