Usher en el Super Bowl: Un espectáculo caótico que reafirma su legado del R&B | Sin Censura – Periodismo independiente

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Usher no tenía nada que demostrar en el show de medio tiempo del Super Bowl. Con una carrera de tres décadas, se ha ganado el cariño del público. Ha vuelto a la relevancia cultural gracias a su exitosa residencia en Las Vegas y un momento viral. Sin embargo, encabezar este evento es como ganar un EGOT para cualquier superestrella del pop, y el domingo por la noche, Usher lo abordó como la culminación de su legado.

“Dijeron que no lo lograría, que no estaría aquí hoy, pero aquí estoy”, declaró al inicio de su energético set. Para cualquiera que haya sido fan desde los tiempos de “My Way” y “U Make Me Wanna”, era difícil no sentirse feliz en ese momento.

La actuación, calificada como “apta para todos” (según Apple Music), fue ciertamente caótica y apresurada en la mayor parte de su duración. La canción inicial, “Caught Up”, reflejaba el ambiente ostentoso de Las Vegas, con una excesiva cantidad de bailarines de fondo: mujeres adornadas con plumas, acróbatas, caminantes sobre zancos, etc. Usher destacaba, aunque solo fuera por su brillante atuendo blanco y plateado, pero la edición de la cámara era un torbellino y parecía quitarle el foco al protagonista desde el principio. (La mezcla de voces y sonido también dejó mucho que desear).

Lo que siguió fue esencialmente un montaje de su extenso catálogo que, a veces, pasó demasiado rápido: un solo verso de “Superstar” aquí, un pequeño fragmento de “Nice and Slow” allá. El popurrí fue mejor cuando nos dio un poco de tiempo para deleitarnos con su coreografía suave y arrogante. Y quedarnos con una canción por un rato, como lo hizo con su clásica balada “U Got It Bad”. (Este fue el momento en que se quitó la camisa, las voces pudieron brillar y sacó a H.E.R. para tocar el solo de guitarra. Magia).

Como se informó anteriormente, algunos de los colaboradores notables de Usher también estuvieron presentes para mostrar su legitimidad. Alicia Keys, interpretando un fragmento de su éxito en solitario “If I Ain’t Got You” y su dúo “My Boo”; Jermaine Dupri para “Confessions (Part II)”; Will.I.Am para “OMG”; Lil Jon y Ludacris para “Yeah”, la elección obvia para la canción final.

Si bien el espectáculo fue un poco desordenado, el punto final de Usher aún se mantiene: el hombre tiene muchos éxitos. Ningún verdadero rival al título actual de Rey del R&B. No fue su mejor actuación, pero aún así fue divertida y un testimonio de su poderío estelar. Cuando “Yeah” llevó el espectáculo a una conclusión conmovedora, Usher y compañía habían transformado la temática estética a la de un partido de fútbol americano deslumbrante, con disfraces que se asemejaban a equipamiento de fútbol, bailarinas en tubos, una banda de música y el coro saltando arriba y abajo, hinchando el pecho como si hubieran ganado el trofeo.

“Llevé al mundo a la A”, coreó varias veces, haciendo referencia a la ciudad donde pasó gran parte de sus años formativos como adolescente. Efectivamente.