El Ministerio de Capital Humano ha desatado una ola de críticas con su nuevo plan que pretende adquirir el descarte de las empresas alimenticias para abastecer los comedores comunitarios. Según fuentes del ministerio, se busca implementar un mecanismo de licitación complementario al actual, donde las empresas podrán ofertar el descarte de su producción a precios reducidos. Esta medida ha generado preocupación sobre la calidad nutricional de los alimentos distribuidos en los comedores, cuestionando la prioridad dada al costo sobre la salud de los beneficiarios.
Durante años, los vendedores ambulantes del tren Roca han comercializado productos próximos a vencerse a precios bajos, aprovechando el excedente de producción de las empresas. Este modelo de negocio, que prioriza la rentabilidad sobre la calidad, es el que el Ministerio de Capital Humano de Sandra Pettovello planea adoptar para la compra de alimentos destinados a los comedores comunitarios. La propuesta ha suscitado críticas sobre la falta de consideración de los valores nutricionales necesarios para una alimentación adecuada.
Según funcionarios del ministerio, se permitirá a las empresas ofertar por excedentes específicos de su producción, lo que, en teoría, promoverá la competencia y evitará la cartelización. Sin embargo, críticos de la medida advierten sobre los riesgos de dejar en manos del mercado la provisión de alimentos destinados a los sectores más vulnerables de la sociedad. Esta iniciativa, vista como un nuevo negociado entre el Estado y las grandes empresas, plantea interrogantes sobre la verdadera intención detrás de la política alimentaria del gobierno.
El cambio propuesto por el Ministerio de Capital Humano podría transformar la oferta alimentaria en los comedores comunitarios, dejando atrás la diversidad y calidad nutricional en favor de productos desechados por la industria alimenticia. Este enfoque, basado en las leyes de la oferta y la demanda, ha generado preocupación sobre el compromiso del gobierno con la salud y el bienestar de los ciudadanos más necesitados. En un contexto de crisis económica y social, la prioridad debería ser garantizar una alimentación adecuada para todos, en lugar de privilegiar los intereses comerciales de unas pocas empresas.
De nuevo, Miki Vainilla se quedó corto