Manipulación de índices económicos: un camino directo al abismo. | Sin Censura – Periodismo independiente

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Por Daniel Arce – El gobierno argentino enfrentará severas consecuencias por presentar los números financieros de enero con manipulaciones insalvables. Esta práctica, junto con el ocultamiento de la deuda pública en constante aumento, podría tener repercusiones devastadoras para el país en los próximos meses.

Un simple análisis de la realidad, nos muestra palmariamente que el gobierno ha estado multiplicando la deuda diaria y escondiendo las obligaciones financieras para crear la ilusión de una disminución en las mismas. Sin embargo, la realidad es completamente opuesta, generando una bola de nieve que desembocará inevitablemente en una crisis financiera y económica de magnitud.

Una de las consecuencias más preocupantes de estas acciones radica en el traslado de deuda de corto plazo del Banco Central de la República Argentina (BCRA) al Tesoro Nacional, lo que aumenta significativamente los intereses y amortizaciones. Se estima que, de continuar esta tendencia, el 60% del gasto público federal en los próximos ejercicios se destinará a cubrir estos pagos, en detrimento del bienestar del pueblo argentino.

Las consecuencias de estas acciones no pueden escapar al conocimiento del presidente de la nación, quien se presume economista con aires de catedrático. Esta advertencia sirve como una llamada urgente a la transparencia y la responsabilidad financiera por parte del gobierno de Javier Milei, antes de que sea demasiado tarde y el país sufra las graves consecuencias de estas prácticas deshonestas.

Conclusión:

Argentina se encuentra en una encrucijada financiera, donde la manipulación de datos y el ocultamiento de la deuda pública podrían desencadenar una crisis de consecuencias inciertas. Es fundamental que las autoridades tomen medidas inmediatas para abordar estas preocupaciones y restaurar la confianza en la estabilidad económica del país. Pero esto parece estar demasiado lejos del campo de acción de un presidente que deberá afrontar más temprano que tarde las consecuencias de su mesianismo y falsedad ideológica.