La Vicepresidenta del Senado, Victoria Villarruel, se encuentra en una encrucijada política ante el inminente debate sobre el controvertido Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) en la cámara alta. La presión aumenta a medida que distintos sectores provinciales y partidos opositores exigen que se discuta en el recinto, lo que ha dejado a Villarruel sin excusas para postergar la convocatoria a sesiones extraordinarias.
El panorama se complica aún más debido al rechazo generalizado que el DNU enfrentaría en el Senado. Tanto radicales como peronistas no alineados con el gobierno coinciden en que la normativa no sería aprobada en la cámara alta. Esta situación ha llevado a Villarruel a buscar alternativas para evitar una derrota política evidente, mientras observa cómo se consolidan las posiciones contrarias al megadecreto.
La convocatoria a una sesión especial por parte de un grupo de senadores provinciales ha puesto en evidencia la necesidad de abordar el tema de manera urgente. Aunque algunos gobernadores han intentado utilizar el posible rechazo al DNU como herramienta de negociación, la mayoría de los senadores entienden que el tiempo para dilatar el debate ha llegado a su fin. Esto ha llevado a una situación de tensión en la que Villarruel busca maniobrar hábilmente para evitar una derrota política contundente.
En este escenario, se espera que la convocatoria a una sesión extraordinaria se concrete en los próximos días. Si bien el rechazo al DNU en el Senado no sería suficiente para invalidarlo por completo, representaría un golpe político importante para el gobierno. Por tanto, el futuro del controvertido decreto en el Senado está en juego, y Villarruel busca encontrar una salida que le permita minimizar los daños políticos para el oficialismo.
