Mauricio Macri s dio un volantazo al abandonar la idea de fusionar el PRO con los libertarios liderados por Javier Milei. Este cambio de rumbo viene después de que Macri expresara su pesimismo sobre la confiabilidad de Milei en una reunión con dirigentes y empresarios.
Al principio, Macri s pensó en un posible acuerdo con Milei, desde sumar ministros hasta juntar los partidos. Pero después de analizar bien la situación, Macri tiró la toalla al darse cuenta de que trabajar con Milei es como bailar sobre un barril de dinamita.
En una charla con dirigentes del PRO, Macri fue claro: “No vamos a mezclarnos con los libertarios, hay que cuidar nuestra identidad”. Esto dejó tranquilos a los jefes provinciales del PRO, que ya veían un quilombo armando sus estructuras locales si se ponían a fusionar con los libertarios.
El plan original de Macri se cayó cuando Karina Milei, la hermana del presidente Milei, dijo “no” a los acuerdos que Macri les quería encajar al comienzo del gobierno. Ahí arrancó una serie de cortocircuitos y Macri se fue quedando sin nafta en su intento de influir en el gobierno y en el partido de Milei.
Pero Macri todavía soñaba con una juntada histórica para tomar el control del gobierno con Milei y los gobernadores de Juntos por el Cambio. Sin embargo, las peleas siguieron y ahora la relación entre Milei y Macri está al borde del precipicio, sobre todo después de que Milei se agarrara feo con los gobernadores macristas Ignacio Torres, Rogelio Frigerio y Jorge Macri.
El abandono de la idea de fusión con los libertarios es un cambio grande en la jugada política de Macri, que reconoce las trabas de trabajar con Milei. Esto muestra lo enredadas que pueden ser las relaciones políticas y lo importante que es tener confianza y estabilidad en los acuerdos políticos.