En las últimas horas el mundo de la política argentina ha sufrido una gran sacudida, a partir de declaraciones que vinculan de manera directa a Javier milei con el narcotráfico.
En uno de los casos se trata del Periodista Santiago Cúneo quien dice estar dispuesto a un careo con “el mismo idiota que yo invitaba a mi programa, porque no acepto que sea mi presidente” sosteniendo que Milei le contó que “hizo un billete asesorando a narcotraficantes” y lo relaciona con un viaje a méxico y el avión de un narcotraficante hoy preso, usado por José Luis Espert para su campaña política.
A esto se suma el video de una cámara oculta, hecha al economista Diego Giacomini, en la que menciona la relación directa del presidente argentino con el narcotráfico mexicano. Cabe aclarar que tanto Santiago Cúneo como Diego Giacomini, conocen muy en profundidad la vida de Milei antes de llegar siguiera a ser candidato presidencial.
El silencio presidencial ante la gravedad de estas acusaciones, resulta en extremo preocupante, ya que dejar sembrada una sospecha tan grave, afecta no sólo a la persona de Javier Milei, sino a la investidura que inevitablemente debe resguardar los valores éticos y morales de quienes circunstancialmente tienen el honor de representar.