8M: La Resistencia Feminista en la Plaza del Congreso | Sin Censura – Periodismo independiente

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La Plaza del Congreso vibró con una convocatoria masiva y transversal durante la conmemoración del 8M, Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras. En un clima de encuentro, diversos sectores sociales, movimientos y partidos políticos se unieron en una demostración de fuerza política, desafiando incluso la presencia policial y las vallas que rodeaban el Congreso.

Demandas y Descontento:

Las consignas giraron en torno a denunciar el corrimiento del Estado y la crueldad impresa por el libertarismo. Carteles como “Milei, payaso, la brecha está en los datos” expresaron el rechazo a la negación sistemática de problemas como la diferencia salarial, los femicidios y la violencia como problema sistémico. El grito “A la motosierra, resistencia” resonó como una respuesta ante las políticas ultraliberales propuestas por el gobierno de Javier Milei.

La movilización demostró la capacidad de convocatoria transversal de los feminismos, con la presencia de banderas de distintos colores y sectores. Desde consignas del Nunca Más hasta activismo antiespecista, diversidades sexuales, luchas antirracistas y movimientos sindicales, la Plaza del Congreso se convirtió en un escenario diverso que refleja la pluralidad de demandas y voces.

A pesar de la vigencia del protocolo de Patricia Bullrich, la presencia policial y las restricciones a la comunicación pública sobre el Día Internacional de las Mujeres Trabajadoras, la movilización desafió todas las barreras y se replicó en distintos puntos del país. La gran asistencia en Buenos Aires fue un testimonio de la fuerza y la determinación de los feminismos populares.

En el escenario, voces emblemáticas como Liliana Daunes y Taty Almeida se pronunciaron contra las políticas ultraliberales y antiderechos de La Libertad Avanza. Se denunció el ataque a los feminismos, a la educación pública y la inversión en ciencia por parte del gobierno libertario. La comunidad académica y educativa se organiza para defender lo irrenunciable: escuelas públicas, universidades nacionales y el sistema científico y tecnológico.

Las demandas convergieron en la preocupación por la acelerada feminización de la pobreza bajo el gobierno de Javier Milei. La devaluación y la inflación descontrolada contribuyeron a un aumento del 12,7% en la tasa de pobreza en apenas dos meses. Las mujeres, responsables de hogares, se preguntan cómo sostener gastos con salarios que se licuan.

Este 8M se presenta como un hito en la resistencia contra las políticas que amenazan los derechos conquistados. Las mujeres se organizan para resistir, cuidarse mutuamente y tejer redes de solidaridad en medio de la crueldad. Frente a la adversidad, el feminismo demuestra su capacidad de resistencia y construcción de un futuro más justo e igualitario.

En este contexto político desafiante, la Plaza del Congreso se erigió como epicentro de la lucha feminista, marcando un capítulo histórico en la resistencia contra las políticas de la ultraderecha.