Esta tumba es una trampa mortal: ¡los arqueólogos todavía se niegan a abrirla!

SinCensura

En 1974, el descubrimiento de un impresionante mausoleo cerca de Xi’an, en la provincia de Shaanxi, sorprendió al mundo de la arqueología. Este hallazgo no solo dejó al descubierto una de las maravillas más asombrosas del mundo antiguo, sino que también abrió una ventana a la vida y a los logros del primer emperador de China, Qin Shi Huang. Su mausoleo es un monumento a su reinado y a sus ansias de vivir para siempre (una forma de dejar huella que sigue dejando a historiadores y arqueólogos con la boca abierta).

Historia y hallazgo

Qin Shi Huang se convirtió en rey del estado de Qin en el año 247 a.C. y, poco a poco, fue emprendiendo conquistas que acabaron unificando el imperio chino en el siglo III a.C. La construcción de su mausoleo se puso en marcha en el 246 a.C. y terminó en el 208 a.C.. En este ambicioso proyecto participaron nada menos que 700.000 trabajadores, lo que habla del tremendo poder y de la visión descomunal del emperador.

El mausoleo estuvo escondido durante siglos hasta que, en 1974, unos agricultores locales se toparon con lo que se convertiría en uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes del siglo XX. Además, este complejo subterráneo guarda secretos que han permanecido intactos por más de dos mil años.

Hazañas imponentes

Durante su reinado, Qin Shi Huang se las arregló para someter a seis reinos rivales, consolidando su dominio en toda China. Y si eso no fuera suficiente, también dio el primer paso en la construcción de lo que hoy conocemos como la Gran Muralla China. Otro logro destacado fue la creación del canal Lingqu, que se extiende por 32 kilómetros (un claro reflejo de su interés en mejorar las infraestructuras del imperio).

El propio mausoleo es una maravilla arquitectónica que muestra tanto el poder militar como las creencias espirituales de su tiempo. La parte más famosa es, sin duda, el ejército de terracota, formado por 8.000 soldados con detalles tan precisos que cada uno tiene su toque personal.

Detalles fascinantes

La cámara funeraria central del mausoleo ha permanecido cerrada desde tiempos remotos. Según antiguos relatos, esta sala contaba con dispositivos defensivos de lo más avanzados para aquella época, como ballestas automáticas preparadas para disparar a cualquier intruso (imagina la tensión de pasar junto a ella). Además, se sospecha que el complejo albergaba ríos artificiales de mercurio líquido destinados a imitar cuerpos de agua.

Un estudio publicado en 2020 en la revista Nature encontró niveles inusuales de mercurio en los alrededores del sitio, lo que parece confirmar estas leyendas. Se estima que dentro del mausoleo podrían haber “100 toneladas o más” de este metal peligroso.

Retos para los arqueólogos

Mantener el mausoleo en buen estado supone un gran desafío para los expertos actuales. Las excavaciones apresuradas pueden resultar muy dañinas; fue el caso cuando las pinturas originales de los guerreros de terracota comenzaron a desvanecerse al ser expuestas al aire tras el desentierro.

Por eso, los investigadores están probando técnicas no invasivas para explorar el interior sin comprometer la estructura ni provocar reacciones químicas desfavorables a causa del mercurio.

La paradoja de vivir para siempre

De manera irónica, mientras Qin Shi Huang buscaba la inmortalidad consumiendo regularmente elixires que contenían mercurio, pudo haber acelerado su propia muerte a los 49 años. Tras su fallecimiento, su inmenso imperio se desmoronó rápidamente; sin embargo, su legado sigue vivo hoy día gracias a sus aportes y a sus ambiciones visionarias (una mezcla de genialidad y advertencia sobre lo que puede pasar al desafiar las leyes de la naturaleza).

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