La vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca ha cambiado el panorama en relaciones internacionales, tocando tanto lo diplomático como lo social. Este giro político ha hecho que cada vez más europeos se distancien de la actual administración de Estados Unidos, lo que se nota en varios sectores, incluido el turismo. La caída de interés por visitar el país no solo afecta la economía, sino que también refleja un cambio en la forma de ver las cosas en ambos lados del Atlántico.
Efectos en el turismo en Estados Unidos
El turismo es una parte importante de la economía de Estados Unidos, aportando casi el 2,5 % del PIB. No obstante, desde marzo de 2025 se ha registrado una baja del 17 % en el número de turistas europeos que visitan el país en comparación con marzo de 2024. En general, el total de visitantes extranjeros ha disminuido un 12 %, siendo la mayor caída desde el periodo pospandémico de 2021. (Esto demuestra cómo las decisiones políticas pueden afectar directamente tanto la economía como la imagen internacional de un país).
Reacciones por Europa
Las respuestas en Europa no se han dejado esperar. El grupo hotelero francés Accor informó una reducción del 25 % en las reservas para el verano procedentes de Europa. Por otro lado, la empresa “Voyageurs du Monde” detectó una baja del 20 % en las reservas después de la investidura de Trump. En España, varias agencias de viajes han notado que se ha perdido el entusiasmo por destinos estadounidenses, mientras hay un aumento de interés por lugares como Canadá, Egipto y varios destinos en América Latina. (Estos datos muestran una respuesta que va más allá de lo económico, marcando también un rechazo cultural y político hacia las medidas del expresidente).
Razones del boicot
La imagen negativa que tienen muchos europeos sobre las políticas de Trump es uno de los motores del boicot turístico. Numerosos ciudadanos consideran que estas políticas son hostiles y aumentan las tensiones entre Washington y Bruselas. Además, crece la preocupación por el trato a los extranjeros y la idea de que Estados Unidos se ha vuelto poco acogedor con la llegada de esta administración. (El director de Accor comentó que hay una “ansiedad a la idea de entrar en un territorio convertido en imprevisible”, lo que resume el sentir de muchos potenciales turistas).
Mirando al futuro del turismo
La consultora Tourism Economics ha ajustado sus predicciones para la industria turística en Estados Unidos a raíz de estos cambios políticos y sociales. Se esperaba una baja del 5 % para 2025; sin embargo, ahora se estima que la retirada será del 9,4 %. Esto deja en el aire cómo responderá Estados Unidos para seguir siendo atractivo a nivel internacional en un ambiente político cada vez más dividido.
Este panorama invita a pensar en cómo las decisiones del gobierno pueden generar cambios profundos y duraderos, más allá de lo que ocurre en el terreno gubernamental directo. Para muchos países y empresas del sector turístico mundial, este episodio puede ser una señal (para quien le interese) de lo importante que es tener en cuenta las reacciones internacionales al crear nuevas políticas. Mientras el mundo sigue de cerca este desarrollo, solo el tiempo dirá cómo se adaptarán tanto Estados Unidos como sus socios internacionales para contrarrestar los efectos negativos y fomentar relaciones más positivas y constructivas.