A sólo 4 meses de la visita de Macri a la planta de Drean en Luque, los directivos anunciaron que en primer semana de noviembre suspenderán a 1500 de un total de planta de 1700 empleados por sobrecarga de stock.
Todo era risas en la visita de Mauricio. Chiste va, chiste viene. Y promesas:
“Se acabó ese Estado que obstaculiza, que pone trabas, este gobierno quiere trabajar en conjunto con ustedes” y simpáticos comentarios (esta vez no usó el fútbol) “¡Lavarropas con Wi-Fi! Si mi abuela volviese por un instante diría: “¿Qué es esto? ¿Un plato volador o un lavarropas?”
También hablaba de compromiso con el futuro. “Esto demuestra lo que somos capaces de hacer los argentinos cuando privilegiamos el interés del conjunto”, decía el presidente a pecho inflado, “no pensando en el sálvese quien pueda sino pensando en una Argentina que se desarrolla en forma integral, que tiene reglas del juego claras y donde la confianza se fortalece día a día”, pregonaba el presidente, apenas cuatro meses antes de que el parate obligase a 1500 trabajadores a un descanso forzado.
Patty Mariño Issler