Esta vez le tocó a Villa Luro. Este nuevo cacerolazo se produjo el sábado 18 en horas del mediodía, cuando todavía no se habían enfriado los motores de los móviles anti disturbios que rodearon la Quinta de Olivos dos días antes, ante el primer cacerolazo en Avellaneda.
Justamente la Quinta Presidencial, es donde Mauricio Macri pasa sus días entre pileta de natación, reposo y tiempo de calidad compartido con su hija Antonia (al parecer la favorita) ya que a los hijos precedentes al idilio con la Dama de los Talleres Clandestinos y el trabajo esclavo, daría la impresión de que no les dispensa el mismo trato. El tema es que mientras el presidente transita sus días entre descansos y conferencias de prensa cada vez mas acotadas y balbuceantes, el clima social se va tornando espeso como un caldo de gato que muy poca gente está dispuesta a seguir tragando.