Domingo. Temprano. Mate. Decido leer el Clarin. Bah, no lo leo, lo vigilo.
Me encuentro con una nota de Ignacio Ortelli. En ella, el periodista narra como un gran logro que el gobierno duplicará la capacidad de las cárceles en Argentina, cerrarán viejos penales, y el objetivo es llevar de 11.000 a 20.000 plazas federales hacia el final del mandato de Mauricio Macri. Lo que realmente me horroriza es de dónde nace la iniciativa presidencial. Según cuenta, y lo pongo textual, porque es de no creer:
Anoche me puse a ver televisión y me enganché con una serie. Creo que se llama ‘El Marginal’. ¿Esa es la situación de nuestras cárceles?“. Impresionado por la crudeza de la tira de Sebastián Ortega, que cuenta la historia de un policía que se infiltra en un establecimiento penitenciario para encontrar y liberar a una joven que fue secuestrada, el Presidente inquirió a las autoridades del Ministerio de Justicia que habían llegado con carpetas con información y datos para afrontar el “examen” de gestión
No doy crédito a lo que veo. Ya una vez escuchamos la teoría sobre la muerte del fiscal Nissman de boca de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich tomada de una serie rusa, según dijo. Ahora el presidente se inspira en una serie de Netflix para una acción de gobierno. ¿Alguien me dice para qué aumentó en un 25% la planta de los empleados estatales? ¿No hay uno de todos ellos, que pagamos nosotros, y muy bien pagos en la mayoría de los recién llegados con la gestión Cambiemos, que pueda realizar un relevamiento e informar a los correspondientes estamentos gubernamentales?
Al final, voy a terminar dándole la razón al ex presidente Eduardo Duhalde, siendo agnóstica, voy a terminar pidiendo una cadena de oración a ver si Jebús nos salva de esta.
Patty Mariño Issler