Ratings. Ni Mirtha ni Lanata. La gente parece haberse cansado de los ultra militantes “M”.
El sábado, la desigual batalla entre la mesa de Mirtha Legrand, vintage, vetusta, ultramilitante y con invitados que ni siquiera intentan disimultar el odio que pretenden derramar contra un Andy Kusnetsoff estilo moderno, fresco, descontracturado y con invitados variopintos, evidencian que la diferencia se ensancha sábado a sábado.
Este último sábado fue por paliza: Andy marcó 11.0 mientras que La noche de Mirtha midió sólo 6.8 algo que realmente tiene preocupada a la señora, que ve que el declive de su liderazgo va de la mano del gobierno que tanto apoyó.
Y el domingo no fue diferente para el otro bastión del gobierno: el programa de Jorge Lanata que otrora fuera el líder indiscutido de los domingos, con sus “investigaciones” que apuntaban siempre a un mismo sector, pletórica de supuestos, trascendidos, elucubraciones, y muy poco de certeza acompañada de documentación o pruebas.
Este domingo no solo perdió por paliza en el rating, contra Mirko con su papá en Bélgica acompañados por una muy escotada Nicole Neuman, sino que además fue muy castigado en las redes sociales, por sus “sketchs de humor” poniendo, por ejemplo a una CFK disfrazada de mimo o a él mismo y a una muy incómoda periodista totalmente maquillados de negro chivando como locos en un informe que fue para el olvido.
Y tiene suerte que en la danza de los ratings todavía no entran los medios alternativos, porque si no Roberto Navarro, con Juan Amorín les rompían el upite a todos juntos y el gordo disfrazado de candombera quedaba al final de la tabla.
