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Luego de la accidentada bendición a la que fue sometido el diputado Olmedo. El de la fatigada campera amarilla, volvió a insistir con la ceremonia pero esta vez dentro de una Pelopincho.
Con todo el respeto a liturgias religiosas que nos son ajenas, creemos que el autoproclamado candidato a presidente argentino, en su ansiedad por congraciarse con la iglesia evangelista, está exagerando un poquito la nota.
Viendo el lado positivo a esta bizarra escena en la que una persona que pretende ser presidente es sumergida en una pelopincho… Se sacó por un momento la campera amarilla, gracias a Dios.
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